La gesta nacionalista del 9 enero de 1964, tuvo un costo sangriento, más allá de la acción represiva por el imperialismo yanke en contra de jóvenes que solo trataban de izar la bandera tricolor en territorio robado; tan solo querían lograr el derecho para que nuestra bandera flameara en aquellos sitios usurpados por manos invasoras. Las heroicas luchas es sin duda alguna una muestra del valor de jóvenes patriotas que decidieron poner un alto a las represarías y humillaciones que día a día sufrían los panameños por parte de los norteamericanos establecidos en la ciudad de Panamá.
No permitamos que el paso del tiempo, las distracciones ocasionales e intencionales disipen de nuestro recuerdo, la importancia, significado y trascendencia histórica de esta emblemática fecha. El 9 de enero no es un día de soberanía, es la fecha en que todos los panameños debemos recordar un episodio de nuestra historia, plagado de valor y dignidad nacional cuando una juventud unió a todo el pueblo panameño a enfrentarse en una lucha y lograr la soberanía total de la nación.
Nuestros mártires del 9 de enero de 1964 son; Rosa Elena Landecho, Gustavo Lara, Ricardo Murgas, Jacinto Palacios, Ovidio Saldaña, Víctor Iglesias, Alberto Oriol, Jorge Enrique Gil, Etanislao Orobio, Alberto Nichols, Evelio Lara, Vicente Bonilla, Gonzalo Crance, Briggs, Víctor Manuel Garibaldo, Ezequiel González Meneses, Celestino Villarreta, Maritza Alabarca, Carlos Renato Lara y Etanislao Orobio, escribieron con sangre un capítulo importante de nuestra historia, ellos al igual que todos los heridos de esta gesta patriótica, además de aquellos otros panameños que no cesaron su lucha por la soberanía total de nuestra patria, a cada uno de ellos las generaciones siguientes le debemos el vivir en una nación verdaderamente libre y soberana, que administra con éxito su principal recurso natural “El Canal de Panamá”.
Rescatemos nuestra memoria histórica, nuestra juventud debe reconocer, valorar y respetar, los acontecimientos que han marcado a una nación libre, no dejemos en el olvido a nuestros héroes, nuestros mártires. Recordemos además como parte a esta valoración histórica que la avenida 4 de julio no existe, es la avenida de “los Mártires” por aquellos caídos que dieron su vida sin importar no fue en vano aquel 9 de enero de 1964.
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figura 2 veces orobio y no aparece arosemena