Por: Elsa Rojas
1. Evita la exposición al sol entre las 11,30 y las 16,30 horas.
Todos los casos, es recomendable evitar el contacto directo con el sol entre las 11,30 y las 16,30. En este intervalo de tiempo los rayos uva son más peligrosos y las posibilidades de contraer un cáncer de piel, más elevadas.
Pasear, caminar, hacer deporte al aire libre durante este horario también es arriesgado. En verano, intenta realizar estas actividades antes o después de este tramo horario. El contacto con los rayos solares puede ser peligroso.
2. Aplica una crema protectora cada hora y media.
Si vas a tomar el sol, no olvides reponer la crema protectora cada hora y media, principalmente si te vas a bañar en la playa o en la piscina. El dermatólogo Vicent Alonso recomienda aplicar la crema protectora cada vez que se sale del agua.
3. Toma el sol de forma progresiva.
Si te quieres broncear, hazlo de forma segura. Para evitar contraer un cáncer de piel, evita tomar el sol de forma brusca. Hazlo progresivamente. Exponte al sol poco a poco y con cabeza. Si tu piel se quema una vez, siempre existirá riesgo de desarrollar esta enfermedad.
4. No abuses de los rayos uva.
Para prevenir un cáncer de piel es fundamental evitar el uso abusivo de las cabinas solares. Los especialistas van más allá. «En personas sanas se recomienda no usar cabinas de rayos uva», afirma el doctor Vicent Alonso. De hecho, el uso de estas cabinas «además de contribuir a la aparición de tumores cutáneos, provoca un envejecimiento prematuro y marcado», explica el dermatólogo.
En algunos casos, estas cabinas se usan con fines médicos para tratar casos de vitíligo, dermatitis atópica y otras enfermedades.
5. Observa las manchas de la piel y acude al dermatólogo.
Es muy importante observar las manchas de tu piel. El cambio de color, tamaño o forma de tus lunares, pecas o rojeces pueden indicar la aparición de un cáncer de piel. Visita al dermatólogo de forma regular (al menos una vez al año) para descartar una enfermedad.
6. El cáncer de piel es tan peligroso como cualquier otro.
Aunque frecuentemente se le resta importancia, el cáncer de piel es tan peligroso como cualquier otro tipo de cáncer. En casos de extrema gravedad puede resultar mortal.
El canciroma basocelular es el tumor cutáneo maligno más frecuente y provoca el 60% de los cáncer de piel que se detectan. Se detecta por la aparición de heridas de tipo muy diverso, abultamientos, rojeces persistentes, etc. En todos estos casos es aconsejable acudir a un dermatólogo especializado.
El melanoma, por su parte, es el tumor cutáneo más peligroso y causa la mayor parte de las muertes provocadas por cáncer de piel. Generalmente se detecta por la aparición de lunares oscuros o el cambio de color en los ya existentes. Pero también pueden aparecer síntomas diferentes.
El tratamiento más frecuente en casos de cáncer de piel es la extirpación del mismo. Depende de la persona y de la gravedad el médico actuará de una forma personalizada.
7. Causas genéticas difícilmente controlables.
El cáncer de piel puede producirse por el contacto directo con el sol, pero también puede aparecer como consecuencia de una genética determinada. En este caso, la patología es difícil de prevenir. Los expertos recomiendan actuar de forma responsable en la exposición solar desde la edad infantil y acudir al dermatólogo si se detecta la aparición o extensión de lunares, pecas o manchas en la piel.
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