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Por: Ruben D. Sousa B.
Es sorprendente la magnitud nacional que ha tomado la convocatoria de los
agricultores de Panamá, bajo la consigna de la seguridad alimentaria y la soberanía
alimentaria.
En el fondo de ésta contingencia está la necesidad de consolidar el mercado
interno como una condición de nuestra independencia nacional, aún por culminar.
El General Torrijos visualizando esta necesidad, en la ruta de lograr nuestra
independencia nacional total, se enfocó, un poco intuitivamente, por el camino de los
asentamientos campesinos dirigidos a incorporar a los campesinos pobres y precaristas a
políticas de “mercado interno”.
No obstante, las exigencias de liberación nacional, trae consigo, inevitablemente,
la formación del mercado interno. Los exponentes fundamentales de esa necesidad
actualmente, son los productores grandes, medianos y pequeños.
Realmente es un frente amplio agrario que apunta a garantizar la existencia del
mercado interno. El mercado interno fundamenta nuestra personalidad internacional
como un Estado libre y soberano.
Esta causa coincide con los deseos de los patriotas panameños, empeñados en
culminar nuestra liberación nacional, especialmente, con los pobres de nuestro país y con
los trabajadores de la ciudad y del campo, que aspiran a un Panamá para los panameños,.
Por esta razón los trabajadores organizados deben formar un frente común con las
fuerzas agrarias empeñadas en lograr la seguridad alimentaria con producción nacional
garante del mercado interno panameño propio eficiente y suficiente como exponencia de
nuestra libertad.
