Por: La Prensa.com – Amnistía Internacional (AI) expresa al mundo de nuevo su preocupación por «POR LAS ACTUACIONES Y EL USO excesivo de la fuerza» por parte de los efectivos de seguridad panameños en las manifestaciones registradas en 2012, en las que varias personas murieron y resultaron heridas. En el informe que presentan todos los años sobre el estado de los Derechos Humanos en el mundo del año pasado, presentado hoy en Londres, AI denunciar la muerte de dos indígenas y las heridas sufridas por unas 40 personas, entre ellas dos policías, en las protestas de enero y febrero cuando la policía local intentaba dispersar una protesta en san Félix en Chiriquí al oeste de panamá. Contra la ley que se discutía en la asamblea nacional. Los aborígenes de la etnia nobe-bugle, en Panamá. El ministro de Seguridad de Panamá, José Raúl Mulino, desmintió el uso de armas de fuego por parte de los uniformados, sin embargo, Carlos Cruz, testigo entrevistado por un canal panameño, denunció que la Policía utilizó gases lacrimógenos, perdigones y balas. Según la ONG las protestas se dieron a raíz de unas propuestas del gobierno que facilitaban a las empresas construir proyectos hidroeléctricos en sus tierras Según el informe de AI, la policía utilizó gases lacrimógenos cerca de centros médicos y se negó a las personas detenidas el acceso a la asistencia letrada.
En febrero, el relator especial de la ONU sobre los pueblos indígenas insto al Gobierno panameño a entablar un diálogo con los nobe-bugle afectados, investigar las circunstancias de las muertes y garantizar que los responsables rindieran cuentas.
Amnistía Internacional también destaca la muerte de tres personas, entre ellas un niño de nueve años, durante las protestas registradas en octubre en la ciudad de Colón, contra la propuesta de vender terrenos públicos de su zona franca. Según informes llegados a la ONG pro derechos humanos, la policía informó de que varios agentes habían resultado heridos por los disparos y proyectiles que lanzaron algunos manifestantes. AI denuncia que las autoridades no garantizaron investigaciones efectivas, ni la rendición de cuentas de los responsables de las muertes de los manifestantes.
Lamentablemente nuestro presidente se ha endiosado y se ensaña contra los más humildes, hace creer ante la faz mundial que todos mienten y él y sus seguidores son quienes dicen la verdad. Las personas del país y extranjeras que han vivido todos esos días de incertidumbre se han percatado de la desidia de Martinelli y su afán por imponer sus deseos personales. Se está reprimiendo al pueblo con armas de fuego y se empeñan en decir que esto es falso.
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